RUEGUEN POR TANTO, AL DUEÑO DE LA MIES QUE ENVÍE TRABAJADORES A SUS CAMPOS

Atendiendo a este llamado de Jesús, colaboremos en esta labor y hagamos oración para que muchos niños, adolescentes y jóvenes reciban ese llamado, que sepan en verdad dar una respuesta generosa, ya que la misma realidad los ha llevado a tener tantas opciones, que el llamado a este servicio se nubla, en medio de tanta opción chatarra que no lo lleva más que a confundirse o encerrarse en sí mismos.

Hagamos este compromiso en nuestra Comunidad Diocesana y oremos por las vocaciones a la vida sacerdotal, sea de manera individual, en el grupo apostólico, en familia, en el rezo del Santo Rosario, en el Sector. También es importante que los sacerdotes continúen promoviendo desde sus parroquias esta opción vocacional y lo pueden hacer primero con su testimonio y también con algunas actividades que inquieten a los niños, adolescentes y jóvenes de nuestras parroquias.

Y el lugar en donde se les inquieta desde pequeños es en la familia. Cierto que ahora muchas familias están pasando situaciones muy críticas, pero en medio de todo lo que les acontece, es importante hacer brillar la voz de Dios que llama a cada ser humano a emprender un camino vocacional, aún en medio de esas dificultades.

Finalmente oremos por toda nuestra Iglesia y nuestra sociedad, ya que en estos últimos años hemos visto cómo el ser humano se ha alejado más de Dios y esto se manifiesta muchas veces en la violencia y las opciones fáciles que sólo conducen al hombre al vacío y al deseo de venganza, egoísmo, rivalidad, etc.

Vayamos adelante y comencemos por nosotros mismos a generar un ambiente diferente y promovamos en nuestros ambientes la oración tanto por la vocación a la vida sacerdotal como por le cese de la violencia.

Autor: Pbro. Marcos Cortés Muñiz
Presidente de CODIPAC León
Tomado de la editorial 923 del periódico Gaudium