Cada 10 de agosto la Iglesia celebra a San Lorenzo de Roma, mártir, patrono de los diáconos y famoso por su martirio -uno de los más antiguos que están documentados-, realizado sobre una parrilla incandescente.
San Lorenzo también es patrono de los archiveros (archivistas) y tesoreros en virtud de su servicio diaconal, por el que le fue encomendado el registro y cuidado de los bienes de la Iglesia de Roma, así como la administración de los recursos para ayudar a los pobres.