Santa Anastasia

La Pasión de Santa Anastasia relata que era la hija de un noble romano llamado Pretextato y que tuvo a San Crisógono como consejero y director. Anastasia se casó con el pagano Publio y, durante la persecución de Diocleciano, atendió a los confesores de la fe que se hallaban en prisión, hasta que su marido le prohibió que saliese de casa.

Anastasia fue capturada de nuevo y se la envió a la isla de Palmira, donde se le dio muerte en la hoguera, después de haberla atado, boca arriba, en el suelo, a cuatro estacas. Al mismo tiempo, otros doscientos hombres y setenta mujeres fueron martirizados también.

A Santa Anastasia se le rindió culto en Roma desde fines del siglo quinto, cuando se inscribió su nombre en el canon de la misa, pero según los datos ciertos que se tienen, nunca tuvo nada que ver con esa ciudad. Su culto se originó en Sirmiun, en Panonia, donde tal vez fue martirizada durante la persecución de Diocleciano, aunque no han llegado hasta nosotros detalles ciertos de su vida y de su muerte. Mientras San Genadio fue patriarca de Constantinopla, durante la segunda mitad del siglo quinto, las reliquias de Santa Anastasia fueron trasladadas de Sirmiun a Constantinopla y ahí se rindió considerable culto a la santa.