No se sabe si nació en África o era romano de origen, pero sí consta que fue elegido pontífice en el 492 y que reinó cuatro años y medio, distinguiéndose por su energía.
Parece que no es obra suya el Decreto Gelasiano que contiene una lista de los libros del canon bíblico, pero sí hay que atribuirle reformas litúrgicas y sin ninguna duda una actitud muy firme respecto a los herejes. San Gelasio, defendiendo el depósito de la fe y la Iglesia de Roma es inflexible, no retrocede ni una pulgada; y también ha pasado a la historia como «padre de los pobres», porque para él caridad significaba las dos cosas, ser de hierro custodiando la herencia de Dios y de cera y miel para las necesidades de sus hermanos.