Cada 23 de septiembre la Iglesia Católica celebra a San Pio de Pietrelcina, a quien afectuosamente el mundo sigue llamando ‘Padre Pio’. Este franciscano italiano recibió los estigmas de Cristo, quien quiso asociarlo de manera especial a su Pasión. Semejante don -en su principio último y en sus manifestaciones- supera toda explicación científica o cálculo humano.