Las Santas Fusca y Maura fueron dos mujeres laicas, contemporáneas de Santa Águeda de Catania, quienes murieron mártires durante la persecución del emperador romano Decio, en el siglo III. Según la tradición, Fusca nació al interior de una familia pagana de Rávena, en la antigua Roma. Maura fue la nodriza de Fusca, es decir, la mujer que se encargó de cuidarla durante sus primeros años.